Realicé un viaje hasta Bamako, capital de Mali, vagué sin rumbo por sus calles, callejeé sin objetivo pero con cámara, intenté lo de mezclarme con el gentío, vamos que hice todo lo posible por practicar el “flânerie”, comportarme como un “flâneur” y en estas, sin habérmelo propuesto, menté a Charles Baudelaire y, recordé a Honoré de Balzac cuando describe la “flânerie” como “gastronomía para los ojos”...
Magnolia Soto. Bamako, sur le pont. 2005. Fotografía. Dimensiones variables.