Magnolia Soto. Apuntes sobre el consumo de imágenes de paisaje, 2001. Serie de 20 Polaroid. 8,8 X 10,7cm. cada una.
Colección: Centro de Fotografía Isla de Tenerife.
“Es preciso notar dos cosas: la primera que todas las escenas, salvo pequeños detalles, podrían tener lugar en casi cualquier otra parte del mundo (otros "no lugares" como dice el antropólogo Marc Augé), cuyas reflexiones hace suyas la autora de estas imágenes:
Hay espacios en los que el individuo se siente como espectador sin que la naturaleza del espectáculo le importe verdaderamente. Como si la posición de espectador fuese para sí mismo su propio espectáculo.
(...) Lo cierto es que el paisaje de las Islas Canarias -al menos desde el ilustrado Viera y Clavijo y, sobre todo, desde los románticos Alejandro Humboldt y Sabino Berthelot ha sido el vehículo privilegiado mediante el cual la explotación del territorio y de sus gentes (y también por sus gentes) ha sido estetizada y sublimada: desde el autoritarismo del antiguo régimen -pasando por el franquismo- hasta el actual autogobierno autonómico, las coartadas del poder local para perpetuarse, sin demasiados cambios, se han apoyado siempre en la pastoral idílica (plácida o sensual) de las Islas Afortunadas. Desde la feliz Arcadia del ilustrado Viera, con sus "buenos salvajes" guanches, pasando por la hedonista iconografía de los "faunos de las hespérides" del fascista Néstor de la torre (que vio muy claro el porvenir del negocio turístico y del "tipismo"), hasta las paradisíacas imágenes con que los tour operator reclutan el turismo de saldo sobre el que se asienta nuestra economía, la belleza sin par del paisaje y la tradicional nobleza de sus moradores ha funcionado como marca de fábrica de la identidad canaria.”
Mollá, Ángel. Esto no es una fotografía. Las Palmas de Gran Canaria: Centro Atlántico de Arte Moderno, 2002.